En ningún otro momento de su historia la Bajada de la Virgen del Pino ha sido tan necesaria y esperada por sus conmovidos fieles y por tantas y tan poderosas razones.

La primera, y la más justa, para darle gracias a nuestra dulcísima señora por cuidar, con celo materno, la vida de sus hijos de El Paso. La segunda, para satisfacción y tranquilidad nuestra, porque sabemos, cada cual y todos juntos, que nos escucha cuando le imploramos con fe; que nos atiende en nuestras súplicas y nos fortalece en nuestras dudas; que nos da fuerzas y confianza en la lucha diaria y frente a la catástrofe sin precedentes; que es nuestro pañuelo de lágrimas y, también, la bandera de nuestro valor para defender las causas nobles: la vida, la familia que amamos, el trabajo que nos honra y el techo que nos cobija, la ilusión del mañana.

Cuando la tierra se enfría y, con tesón, entusiasmo y hasta dificultades, se enfila la empresa de la reconstrucción recordamos que la tensa tarde del 20 de octubre de 2021 te sacamos de tu altar y, junto a la triste multitud, dirigiste tus ojos misericordiosos a la ferocidad implacable del volcán; y que éste, en coincidencia con la Natividad de Jesús, quedó como un gravísimo suceso del pasado y abrió, con todas las reservas, el siempre ilusionante telón del futuro.

Abro este programa de la XXIII edición de la Bajada de La Virgen del Pino, que debió celebrarse en 2021 y aplazó la pandemia que de modo implacable castigó al mundo, con los actos litúrgicos, artísticos y populares en tu honor y ocupo este espacio con este recado de amor y gratitud que yo firmo en representación de todos los ciudadanos. Una sola excepción, Madre del Pino, a esta carta: el reconocimiento general a cuantos, desde los lugares más próximos y remotos, nos acompañaron en nuestro drama y nos socorrieron en nuestras necesidades.

Vuelvo al mensaje unívoco de este año señalado: Sólo verte otra vez entre nosotros, sólo sentir tu aliento materno en la Ciudad que te quiere y que te espera, es para mí y para todos, la mayor y más alegre de las fiestas.

 

 

 

 

 

Sergio Javier Rodríguez Fernández.

Alcalde de la Ciudad de El Paso