Cada tres años, Nuestra Señora La Virgen del Pino deja su santuario del monte para acercarse un poco más a sus fieles, alojándose, por quince días, en la Iglesia de Nuestra Señora de Bonanza. Sin embargo, han sido excepcionales las ocasiones en las que la Imagen se ha llevado en procesión a otros rincones del municipio.

La primera vez que ocurrió fue en el año 1964, cuando se trasladó a la Virgen hasta el barrio de El Paso de Abajo, donde se celebró una multitudinaria eucaristía para todos los vecinos y vecinas de la zona.

Precisamente, rememorando el 45 aniversario de esta visita, en 2009, Nuestra Señora del Pino fue llevada, de nuevo, a El Paso de Abajo, concretamente hasta la plaza Manuel Taño Fernández, donde se realizó la misa y ofrenda de dicho barrio.

Ese año, aprovechando esta inusual procesión, la Imagen visitó dos barrios más: Tajuya y Las Manchas.

En aquella ocasión, la afluencia de fieles fue de tal magnitud, que permitió que la Virgen fuera llevada a hombros durante todo el trayecto, desde el centro del municipio, pasando por El Calvario, Tacande, Alcalá y El Paraíso, hasta la Iglesia de San Nicolás de Bari, donde fue recibida por la Romera Mayor de las Fiestas Trienales de la Bajada de la Virgen del Pino 2009, Beatriz Rodríguez Pérez, que, casualmente, representaba al propio barrio de Las Manchas.

Trece años más tarde, La Virgen atravesará caminos de oscuro malpaís, para volver a traer la esperanza y la luz a todas aquellas personas que aquel día de agosto de 2009 pudieron verla desde sus casas de Cabeza de Vaca, Alcalá y El Paraíso.

Hoy, Nuestra Señora La Virgen del Pino, vuelve a Las Manchas.

*Imágenes cedidas por Iván Rodríguez.