Fiestas Trienales de la Bajada de la Virgen del Pino 2022

El municipio de El Paso, en el mismo corazón de la isla de La Palma, celebra desde hace más de medio siglo, una de la citas más importantes de su acervo tradicional, las Fiestas Trienales de La Bajada de la Virgen del Pino. Esta festividad, que se celebra cada 3 años entre los meses de julio, agosto y septiembre,  concentra un sinfín de actividades de toda índole, siendo el lugar de encuentro por excelencia de las tradiciones, las artes y el ocio de La Palma.

La Bajada de La Virgen del Pino es uno de los eventos de mayor arraigo popular del archipiélago canario y tiene como máximo aliciente el encuentro de La Virgen del Pino, que ‘vive’ durante 3 años en su ermita a las faldas de Cumbre Nueva y que está custodiada por el Pino de La Virgen (el pino canario más antiguo del mundo), con sus vecinos, que en una multitudinaria romería, la trasladan al casco urbano del municipio. Durante su estancia, que suele rondar entre los 15 y los 20 días y que se denominan los Días Grandes, el municipio de El Paso organiza innumerables actos religiosos, festivos y de ocio, y se convierte en centro de devoción y peregrinación de la isla de La Palma.

Un encuentro trienal entre la tradición, la cultura y el ocio

El municipio de El Paso se ha caracterizado por ser un lugar de expansión de la cultura de la isla de La Palma. Su fama como Ciudad Cultural se le otorga desde casi su existencia debido a la proliferación de artistas de toda índole y por el reconocimiento que siempre han gozado sus espacios culturales (recordemos el mítico teatro Monterrey) y  sus fiestas más populares como son las Fiestas en Honor al Sagrado Corazón de Jesús o la Bajada de la Virgen del Pino, llenas estas de un alto contenido artístico y cultural. También el municipio tiene un valor patrimonial único en  su tradicional manufactura de La Seda representado en su casco urbano a través de su Taller y Museo de Seda Artesana “Las Hilanderas que es uno de los enclaves turístico-culturales más visitados de La Palma.

 

A esto debemos añadir que uno de los actos más reconocido de las fiestas populares de La Palma es la Romería Típica de la Virgen del Pino, que no solo es una muestra de los valores autóctonos de las Islas Canarias representada a través de sus trajes típicos, las carrozas artesanas o las agrupaciones folclóricas y parrandas que participan desde todas las islas, sino que también es una evento de enorme carga religiosa y de una fuerte emotividad que traslada al municipio una enorme afluencia de devotos.

Por otra parte, esta celebración de la Bajada de La Virgen del Pino es un periodo que contiene una infinidad de actividades culturales y de ocio de toda índole, que durante más de dos meses se van desarrollando en el municipio de El Paso. Conciertos de música moderna, clásica, de todos los tiempos, para todas las edades, espectáculos infantiles, exposiciones de arte, ferias, propuestas teatrales, bailes, charlas y un largo etcétera. Estas actividades convierten a la ciudad de El Paso en el centro de la difusión cultural, del ocio y del entretenimiento de la isla.

 

 

El Paso y sus Fiestas Trienales (Carlos V. Lorenzo)

El municipio de El Paso está situado en el centro geográfico de la isla de La Palma, la isla verde del archipiélago canario, ocupando la parte alta del Valle de Aridane y es el de mayor extensión de la isla, ya que en su jurisdicción se enclava el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. Las montañas que circundan el término municipal contienen grandes masas arbóreas, principalmente de pinus canariensis. Cuenta El Paso con una población de unos 7.500 habitantes.

Los primeros datos con los que contamos referentes a la advocación de la Virgen del Pino en El Paso, parecen perderse en la noche de los tiempos, produciéndose una confusión sobre si se trata de hechos históricos o leyenda. En cualquier caso, el punto de partida hay que situarlo en las postrimerías del siglo XV (1492 – 1493), en plena época de la incorporación de la isla a la Corona de Castilla.

En la obra “Cinco años de estancia en las Islas Canarias” publicada en 1891, del antropólogo francés René Verneau (1852 – 1938), quien visitó la isla de La Palma a finales del siglo XIX, se recoge la siguiente narración referidos a estos hechos:

(…) El pino bajo el cual nos habíamos parado estaba situado en medio del camino. Era uno de los más bellos del archipiélago y poseía toda una historia. En la época de la conquista tenía ya una buena altura y, contrariamente a los otros pinos de Canarias, que crecen derechos, éste se ramificaba y extendía a lo lejos sus largas ramas. Cuando los soldados de Alfonso de Lugo llegaron a este lugar, a uno se le ocurrió subirse al árbol, y cuál no sería su sorpresa al encontrar en medio de las ramas unas estatuas de la Virgen. Ésta tenia una predilección especial por este archipiélago, pues en casi todas las islas se habían encontrado imágenes que no podían haber llegado allí sino de una manera milagrosa. Tal fue la opinión unánime del ejército español en presencia de la Virgen del Pino, de la isla de La Palma. (…)

(…) Habían decidido no dejar a la Virgen expuesta a las inclemencias del tiempo y se les ocurrió hacer, en el mismo tronco del pino, un nicho que fuera capaz de recibirla. La operación tuvo un éxito maravilloso, la escena quedo tranquila y el árbol resistió la mutilación (…)

Otra versión recogida hace participes del hallazgo de la imagen de la Virgen a unos leñadores. Esta leyenda ha llegado hasta nosotros por tradición oral.

A unos cinco kilómetros del casco urbano, en las primeras estribaciones de la Cumbre Nueva, dentro del denominado bosque del Reventón, a la vera de un antiguo camino real que conduce a Santa Cruz de La Palma y a la sombra protectora del secular pino gigante, se levanta la ermita de la Virgen del Pino, pequeña edificación de sencillas líneas arquitectónicas, pero enclave de profundo fervor y devoción mariana, que fue inaugurada en 1930. El legendario pino situado al lado de la actual ermita es el que da nombre a esa advocación, ya que, según la tradición, la imagen de la Virgen María apareció en este árbol robusto, e incluso en los primeros tiempos tuvo su morada allí, sirviéndole el propio tronco de hornacina.

La nueva imagen de la Virgen fue adquirida por suscripción popular y vino a sustituir a la antigua que ya se encontraba algo deteriorada. Se trata de una imagen de vestir, que mide 90 centímetros de altura. La Madre. De hermoso rostro, porta en su mano derecha un haz de ramitas de pino, y el Niño Jesús sostiene una piña con la izquierda. La imagen primitiva es mucho más pequeña: mide unos 30 centímetros, incluida la peana.

La Festividad de la Virgen del Pino se celebra con carácter anual y así cada primer domingo de septiembre se lleva a cabo la Fiesta del Pino, también denominada Romería a la ermita del monte. El Paso ha sabido mantener, a lo largo de los años, la fiesta romera en el monte. Como lugar de encuentro y pervivencia de tradiciones y costumbrismo.

Cada tres años, en los meses de julio, agosto y septiembre, El Paso se viste de gala para celebrar las Fiestas Trienales con motivo de la Bajada y tradicional Romería que supone un acontecimiento importante para la ciudad – se confecciona un completo programa de actos festivos que incluye actividades culturales, musicales, deportivas, etcétera-.

El acto central y más representativo de las Fiestas Trienales de El Paso lo constituye la Tradicional Romería de la Bajada, que tiene lugar un sábado de la segunda quincena del mes de agosto y donde la Virgen del Pino es trasladada, después de oficiada la santa misa, desde su ermita del monte hasta el templo parroquial de Ntra. Sra. De Bonanza, situado en el casco urbano del municipio, acompañada por romeros ataviados con el traje típico, carrozas, parrandas y grupos folclóricos de la tierra. Se trata de una romería multitudinaria – cada edición supera a la precedente en participación – y apoteósica, plena de tipismo y colorido, donde la exaltación de los valores identificadores de nuestros ancestros alcanza su máximo exponente. La romería de La Bajada del Pino se viene realizando, ininterrumpidamente y con carácter trienal, desde el año 1955.

Culminan los festejos con esa otra Romería, la procesión del retorno a la Ermita, partiendo desde el templo parroquial, con los primeros albores del nuevo día, el primer domingo de septiembre.

Carlos Valentín Lorenzo Hernández